Ferrata inaugurada este año 2014 y cae cerca de sus vecinas Cast Urquiza Olmo, Olmo Soler, Feliz Navidad… pero algo apartada.
Ferrata intensa que, hecha como un buen ferratista, es decir, sin tocar el cable de vida, exign concentración, atención y habilidad. Si es la primera vez que se hace cuesta encontrarla.
Bonita, exigente, corta y combinable con sus ferratas vecinas en el idílico entorno del Montsec. Más motivos no puede haber para ir a por ella.
ACCESO: 20′
El acceso es lioso y la primera vez que fui hacerla me volví un poco loco para encontrarla, voy a intentar dar unas buena indicaciones para poder llegar a ella. En esta ferrata, el coche debe dejarse en la entrada del puedo de Corçà, donde hay un pequeño párking que caben unos 5 vehículos. Ésta es la primera diferencia pues sus ferratas vecinas la mejor opción es seguir con el coche en dirección la Ermita de la Perfusa (buscando el GR que va al Congost de Montrebei) hasta llegar a un párking de donde salen los diferentes caminos. Pero para Las Olmos es mejor que el coche se quede en Corçà. Una vez dejamos el coche andamos por la pista asfaltada que sigue el GR en dirección a la ermita de la Perfusa (como si fuéramos a buscar las otras ferratas) y siguiendo por la pista a unos 10-15′ de andar a la derecha hay una gran fita de piedras que accede a un campo abierto. Hay que girar a la derecha. Querer llegar en coche hasta aquí es tontería porqué no se puede aparcar y se tendría que ir hasta la ermita. Nos desviamos a la derecha y atravesamos el campo hacia al otro lado. El camino se intuye pero no es claro. De referencia y es lo más importante, vemos a lo alto la Gran Roca por la que haremos la ferrata. Los cables no se ven porque la ferrata discurre por detrás de esta gran roca (la Roca sobresale de las paredes). Teniendo como referencia la roca iremos siguiendo el camino. Hay algun indicativo como alguna cinta amarilla en algún árbol y unos puntos de color amarillo y blanco en alguna roca. Son muy claros pero hay muy pocos. Una vez atravesados el campo, vemos una cinta en un árbol y seguimos arriba, el camino gana en pendiente y se dificulta al final por un terreno algo resbaladizo. Al fin, en unos 20′ llegamos a pie de la gran Roca que veíamos y vamos a buscar por detrás de ella los primeros cables.
RECORRIDO 30-50′
En este punto nos colocamos los arneses y empieza la aventura. El inicio es físico y después de un primer paso algo selectivo donde hay que subir a pulso un par de grapas, empezamos a subir la ferrata por cadenas entre dos paredes que estrechan y encajonan el camino. Ésto hace que podamos prescindir de las cadenas y subir con oposición entre las dos paredes, más divertido.
Después la ferrata coge verticalidad y subimos arriba. Aquí hay un prqueño paso de la fe (como la regina de Peramola) en el que hay que cambiar de una pared a otra. Una buena hablidad de piernas nos lo hará pasar muy bien. Cambiamos de pared y seguimos subiendo, sin mucha dificultad con algun paso interesante hasta llegar arriba de la aguja. Momento de fotos donde se ve parte del Pantà de Canelles y el camino de acceso.
Seguimos con uno de los pasos estrella. Hay que cruzar al otro lado por una barra de equilibrio rígida. Díficil pasar sin cogerte del cable pero se puede intentar, pero atentos a la caída. Una vez cruzado la barra, realizamos un pequeño descenso con clavijas (tramo técnico y duro a nivel físico) y llegamos a un techo que hay que ir pasando horizontalmente. Subida vertical con mucho aprovechamiento de la roca y paso horizontal habilidoso que sin cogerte al cable hay que ir con calma y viendo los mejores agarres. Lo pasamos y ya entramos en el tramo final, una buena subida corta pero intensa que nos lleva directamente al final de la vía.

REGRESO
Yo elegí desdoblar la ferrata, volver por la misma ferrata. Es más intenso y complicado pero muy divertido. Lo importante es tener claro que no viene nadie porque si no podría ser un problema. Pero si estás seguro, ¡a desdoblarla!.
También, y lo lógico, es volver por un camino que te llevá directamente a Corçà i al pàrquing. Es algo larguito, primero tienes que subir un poco más, para llegar a la carena de arriba y después buscar un sendero que baja hacía el pueblo. Está muy bien marcado y no tiene pérdida!
Una vez más felicitar a los creadores de esta Ferrata, Joaquin Olmo, creador de sus ferratas vecinas y muchas otras. Siempre haciendo ferratas excepcionales.
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